Frente a la aplicación del modelo neoliberal de liberalización de los mercados, las evidencias actuales, dan cuenta de un aumento de las brechas de desigualdad social, tanto al interior de los Estados, como dentro del contexto global, lo cual ha repercutido en un “profundo reordenamiento institucional a nivel mundial, cuyo elemento esencial ha sido la liberalización de las transacciones económicas internacionales, corrientes y de capital”. Muestra clara de ello es el aumento creciente de empresas multinacionales en todos los países Latinoamericanos, así como el impulso a los acuerdos de libre comercio entre países ricos y pobres económicamente. Sin embargo, “el diseño de nuevas reglas económicas globales sigue siendo insuficiente y muestra claros vacíos institucionales” (CEPAL, 2002:19).